Nací en la CDMX hace muchos, muchos años. Soy la segunda de cuatro hermanos: dos mujeres y dos hombres. Vengo de una familia tradicional y hermosa (como dicen, somos una familia muégano).

Tuve una bonita infancia, con mi madre como pilar de nuestra familia, acompañada de mis abuelos y mis tíos.

Ser mujer es un gran reto, ya que tengo que demostrar que soy fuerte y que puedo desempeñar mi trabajo con pasión, ética y honestidad. Todo lo bueno que tengo en el ámbito laboral lo aprendí de mi abuelo, quien desde pequeña me enseñó que todo lo que logre será fruto de un trabajo digno.

Llegar a Rod May fue gracias a un gran ángel que Dios puso en mi camino: el Lic. Armando Rodríguez. Anteriormente, había trabajado con su socio, y gracias a eso él me conoció y sabía del trabajo que desempeñaba en aquella empresa. Trabajar directamente con él ha sido el mejor aprendizaje que he tenido en todos mis años laborales. Es una persona con gran visión, experiencia en los negocios y calidad humana.

Espero seguir colaborando en esta empresa. Además de pertenecer al área administrativa y contable, sin temor a equivocarme, hemos logrado formar un gran equipo, ayudándonos entre nosotras para desempeñarnos mejor. Sé que tenemos otras áreas de oportunidad en las que nuestro departamento puede contribuir al crecimiento y mejora, ya que nuestra experiencia laboral es una gran herramienta. He tenido aciertos y errores en esta empresa, pero de cada error he aprendido para no repetirlo y seguir adelante.

En cuanto a mi vida personal, ser hija creo que es el reto más grande, pues nunca he querido defraudar a mi madre. Por ello, mi esfuerzo siempre ha sido muy grande. En este momento, cuidarla es una de mis prioridades, y lo asumo con mucho amor.

Como esposa, considero que es un aprendizaje constante, ya que somos dos personas diferentes que debemos adecuar nuestros gustos y formas de pensar para lograr una convivencia armoniosa.

Algo que disfruto mucho en esta vida es bailar, nadar y viajar.

Dios me ha dado una vida hermosa y ha sido muy benevolente conmigo, con sus altas y bajas, como cualquier ser humano.

A lo largo de mi vida, he encontrado verdaderas amigas, lo cual también me ha ayudado a crecer.

Sigo adelante con toda la energía positiva y enfrentando cada reto que la vida me pone en el camino para superar los desafíos familiares.